domingo, 24 de noviembre de 2019

Profesionales y Técnicos de AD-Mérida rindieron un homenaje al Dr. Oswaldo Bastidas











Nelson Dugarte

Trabajando por el fortalecimiento de la inclusión y la democracia, es lo que viene realizando  la Secretaria Seccional  Profesionales y Técnicos de AD en Mérida donde el pasado fin de semana en un acto en los espacios del Colegio de Médicos del estado donde le rindieron homenaje al Dr. Oswaldo Bastidas entregaron una orden en honor a su nombre, con un mensaje de unidad y esperanza, contó la presencia del líder Regional Ramón Guevara, Dr. Humberto Zambrano Sec. General de AD (E), Dra Elsa Gaméz Secretaria de organización, Dr. Rafael Contreras Secretario de Profesionales y Técnicos junto a su equipo y de los militantes profesionales que fueron condecorados.

En ese sentido, el Ramón Guevara señalo “Hoy es un dia importantes seguir viendo a un AD siempre en activa, Unida y con esperanza de liberar a Venezuela de la situación que estamos viviendo, le quiero anunciar que a partir del próximo mes de enero 2020 reactivaremos nuevamente ese gran proyecto como es la Universidad Alberto Carnevali –asimismo -  fue reconocida su labor  donde  recibido el reconocimiento orden "Oswaldo Bastidas”, en el momento anunció que la Clínica de los Trabajadores de La Gobernación, llevará el nombre de Oswaldo Bastidas, como reconocimiento a su labor”, precisó.

Por su parte el Dr. Rafael Contreras expresó “Este  Acto de Profesionales y Técnicos de AD en Mérida, es para que sigamos trabajando por Venezuela, por Mérida, porque  el futuro está en nuestras manos somos –reiteró la invitación -  para el sábado 30 de noviembre se realizará en Mérida el MaelecAD que agrupará la maquinaria blanca para preparar las acciones democráticas por venir”, puntualizó.

ZODI 22 Mérida celebro Día Internacional del Músico con bandas marciales de los componentes militare


Con interpretación de 5 importantes canciones






Agustín volcanes


La Zona Operativa Integral Defensa 22 Mérida, celebro en esta entidad andina el Día Internacional del músico, donde hombres y mujeres que ejecutan e interpretan transmiten con su arte musical diferentes sentimientos al mundo.

La actividad musical se realizo el 22 de noviembre en horas de la tarde en los espacios del antiguo cine Glorías Patrias, donde músicos que integran los componentes militares de Zodi Mérida y la banda municipal de Campo Elias se hicieron presentes para colmar de alegría con sus diferentes ritmos musicales a los asistentes.

Fue proclamado el 22 de noviembre en 1594 el Día Internacional del Músico.
La fecha fue elegida por el papa Gregorio XIII, ya que ese día se celebra a
Santa Cecilia, patrona de la música. Desde 1695 en Edimburgo comenzaron las celebraciones a la musica y de allí se pasó la voz hasta Brasil donde siglo en los años 1919 y 1920 hasta que se extendió por toda América, según la Secretaria de Educación de México.

El G\D Danny Ferrer Sandrea, comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral 22 Mérida, fue la autoridad militar que presidio el acto acompañado de los generales de brigada José Betancourt Moya, comandante del Comando de Zona 22 Mérida de la GNB, Victor Tovar Moreno, comandante de la 22 Brigada de Infantería Motorizada, Luis Guillermo Cepeda Brito, segundo comandante de Zodi 22 Merida, además asistió el coronel Heli Saul Infante Weffer , director de la Policía de Merida, y Miguel Reyes presidente del CLEBM.

Los integrantes de las bandas marciales: Cayetano Carrero numero 15, adscrita a la 22 Brigada de Infantería Motorizada y del Comando de Zona 22 Mérida de la GNB, así como la banda municipal de Campo Ellas, se ensamblaron para brindarle a los presentes 5 excelentes piezas musicales que inundó de alegría el ambiente y puso a bailar a los presentes.

Los asistentes se delintaron con la canción Caracas, Conticino del maestro Laudelino Mejías, Feliz cumpleaños del maestro Víctor Manuel Contreras, y dos popurrí, además  también la gaita se hizo presente en esta celebración.

Por su parte el general de División Danny Ferrer Sandrea, felicito a los músico que integran los diferentes bandas de los componentes militares en esta entidad, la música es muy importante en nuestras vidas, el Libertador Simón Bolívar, escuchaba Vals para las estratégias militar de una batalla".

Ramón Guevara cumple con el magisterio

Con la entrega de titularidad de cargo a docentes



Reconocer los meritos de los educadores da estabilidad laboral, social, académica  y profesional a quienes por años fueron abandonados, aseguró el gobernador Ramón Guevara 

 (Prensa OCI).- “Hemos trabajado para reivindicar al magisterio merideño maltratado por 19 años continuos”, afirmó el gobernador del estado, Ramón Guevara, en el acto donde se entregó el reconocimiento de clasificación a 1.513 docentes,  quienes de este modo recibieron una mejora cuantitativa en su salario por años de servicio.

En la actividad  realizada el pasado viernes en las instalaciones del Centro de Apoyo al Maestro –CRAM- ubicado en San Juan de Lagunillas, municipio Sucre, el gobernador también entregó la titularidad de sus cargos, a más de 600 educadores que durante los últimos años  ejercieron como suplentes en las aulas merideñas.

Rescató el primer mandatario regional, su afán por “hacer valer los meritos profesionales conseguidos a lo largo de años de servicio, para mejorar las condiciones laborales y de vida de cada una de estas personas que han asumido la educación como apostolado de vida”.

Este trabajo ocupó los dos años de gestión que Guevara ha venido desempeñando, “tres directores de educación han pasado y se han afanado en reconocer los meritos y años de servicio de estos educadores, hoy se ve cristalizado un sueño de ellos y un compromiso mío”, reconoció.  

Concurso y mérito

“Misión cumplida”, aseguró el Director de Educación, Jorge Carvajal Callejas, al iniciar su intervención en el acto de entrega de la titularidad a los docentes que durante 19 años desempeñaron su suplencia con vocación para la formación de los niños y jóvenes merideños.

Carvajal Callejas hizo referencia al trabajo de la Junta Calificadora “que en su labor comprometida, reclasificó más de mil quinientos profesores, que no tenían los beneficios que la ley les otorga por su preparación y años de servicio”.

“Los concursos continuarán”, afirmó el director de educación, quien además dijo que en febrero se abrirán par sub directores y directores, “cargos que tampoco han sido tomados en cuenta”.

Vale la pena

Para Maritza Vidal, docente que ejerce su apostolado en la escuela de Palo Negro, parroquia Jají del municipio Campo Elías y quien lleva más de 20 años trabajando como suplente, este acto le reconforta en su empeño de seguir formando generaciones de merideños.

“Gracias a Ramón Guevara  a nosotros se nos tomó en cuenta, al fin se hizo justicia para nosotros”, puntualizó quien con la voz cortada por la emoción, agradeció al primer mandatario regional, su empeño por cumplir sus promesas. /Euro Lobo

En Acequias, don Elpidio Rojas atesora casi un siglo de historia






  
Por: Ángel Ciro Guerrero


El gobernador Guevara condecoró a don Elpidio Rojas en Acequias

Acequias está al otro lado de los Pueblos del Sur. Llegar a este hermoso pueblo, uno de los asentamientos indígenas más antiguos del occidente venezolano, vale cuatro horas de viaje atravesando unos paisajes de ensueño que, en cada curva, se traduce en miedo al constante precipicio, pero anima un paisaje abrumador en donde y, por supuesto, priva el asombro al ver lo frondoso del bosque piedemontino por una parte y, por la otra, el verdor del páramo, con su neblina, su aire frío, como acero toledano y por largos trechos la soledad.

El pueblo, definitivamente un pedacito de la Andalucía de adentro en aquella España del Medioevo, no ha perdido un solo detalle en su transcurrir de una historia que la ha ido fabricando a punta del esfuerzo de sus hombres y mujeres, gente buena, honesta, trabajadora, que heredó de sus ancestros la pasión y el amor por la tierra, que la descubrieron los hombres que vestían con armadura y largas espadas y aquellos otros hombres a quienes les tapaba el cuerpo enjuto el grueso hábito de monje y llevaban a cuestas la pesada cruz. La espada y la cruz fueron asombro para los indios. La espada les venció, le dominó, les sometió. La cruz les cambió la costumbre de adorar al sol, a la luna, al aire, a la Tierra, a la lluvia. Desde entonces, para los de Acequias y las aldeas que pueblan sus alrededores, uno solo, eterno y todopoderoso es Dios, el creador. Pero la feligresía tiene en san Antonio de Padua a su patrono y promediando junio son las fiestas, que concentra alrededor de mil personas, queman toda la pólvora almacenada en un año, bailan al final de la única calle y degustan de la gastronomía local, rica en papa, queso, arepa de trigo, ovejo asado, carne de res y el mejor hervido de gallina del mundo.

Acequias es una postal. Una maravilla. Un sitio para soñar. Allí, en 1924, nació Elpidio Rojas Rojas, todo un señor, todo un personaje, todo un caballero que ha prestigiado la política, que ha impulsado la formación de más de dos centenares de excelentes profesionales universitarios, que bajo su patrocinio —porque es un líder nato de la comunidad— aprendieron a leer y a escribir por el empeño puesto por este dirigente social, y luego bajaron al liceo y después a la universidad, allá abajo en la lejana Mérida.

Pequeño de cuerpo, pero grande de alma, don Elpidio Rojas Rojas es la figura encarnada de un venerable patriarca. Sonrisa a flor de labios que muestran dientes de oro, habla pausado y sus palabras cuadran, o mejor, definen perfectamente lo que dice, aconseja, recuerda, propone y sentencia. Su casa es larga, grande, ancha. De ella ha donado varias partes para la escuela, para el centro comunal, para el ambulatorio.

Su historia vale un libro de acaso quinientas páginas, porque la historia de este buen hombre abarca muchos tiempos, generaciones, acontecimientos que él resume en tres sabias palabras: “Tuve mucha suerte”. Por qué, le preguntamos: “La de que Dios sagrado me dio vida para poder hacer lo que yo entendí que él quería que yo hiciese”. Y de verdad don Elpidio Rojas Rojas ha hecho mucho. De muchacho subía y bajaba de Acequias a Mérida, luego atravesaba las montañas del otro lado de la sierra para negociar en Barinas toda clase de mercancía e intercambiar bastimentos; recorría los Pueblos del Sur, cuyas serranías conoce como la palma de la mano.

De positiva acción social en esas latitudes, este hombre —que fue soldado—, que aprendió a leer y a escribir y se dedicó a enseñar a mucha gente; un hombre que una tarde descansando en el corredor de su casa paterna vio llegar a cuatro viajeros que le dieron los buenos días con un acento diferente. Un maestro y un doctor, acompañados por un arriero y el baquiano. Traían un mensaje alentador, esperanzador, positivo, distinto, que hablaba de libertad, de crecimiento, de unidad, de construcción de una sociedad de iguales, que defendía al país, que buscaba gente para que Venezuela fuese de los venezolanos. Don Elpidio les escuchó atento y, como recuerda: “Sentí en mi corazón un estremecimiento”. Fue uno de los fundadores del partido Acción Democrática en estas latitudes, hasta la fecha erguido izando la bandera del “partido del pueblo”.

Había saldo del cuartel. El general y gran civilista, Isaías Medina Angarita, despachaba en Miraflores. El suyo era un gobierno amplio, que buscaba que el progreso de aquella nación se diera en santa paz, pero por dentro hervía un espíritu de modernidad, de intenso accionar político que pretendía grandes cambios, porque aún rondaba el espíritu, la figura, el fantasma de Juan Vicente Gómez. El “sacalapatalajá” del año 28, que rompió el silencio impuesto por la dictadura, lanzó a la calle a la muchachada universitaria liderada, entre otros por Rómulo Betancourt, Raúl Leoni y Jóvito Villalba, si bien era un recuerdo; sin embargo, como grito caló y dejó profundas huellas. Cuando AD se hizo partido en el mitin de su fundación, en el Nuevo Circo de Caracas, Elpidio Rojas Rojas tenía a su lado a los mejores hombres y a las mejores mujeres de su querencia, de su lar, de su entorno, la mayoría, alistada a la causa acciondemocratista. Desde entonces, es el líder. Un líder que fue comprendiendo que su tiempo tenía vigencia y se dedicó a formar a los que, uno tras de otro, le han venido sucediendo.

Como pocos, don Elpidio tiene bien ganado su prestigio de héroe civil. Ha vivido, se repite, cada paso de la historia local y regional, desde la Revolución de Octubre del 45, el ascenso al poder del maestro Gallegos, su derrocamiento y la dictadura perezjimenista. Activo en la resistencia, estuvo en la primera línea de la vanguardia que conquistó la libertad y la democracia en su punto geográfico y social buscando la libertad. En tiempos de democracia, no exigió ni al partido ni al Gobierno nada para sí, pero mucho para los demás. Acequias le debe, si no todo, mucho más de la mitad. Así se lo reconoce todo el mundo.

Ramón Guevara, el gobernador del estado Mérida, le estima mucho. Y en ocasión del 95 aniversario del nacimiento de don Elpidio, quiso agradecerle en nombre del pueblo merideño la noble tarea que este venerable anciano ha cumplido, sin interrupciones, a lo largo de 80 años, porque este merideño ejemplar desde los quince años viene trabajando por el bienestar de su comunidad, allá arriba, muy arriba, a un costado de la serranía que encierra a los Pueblos del Sur.

El mandatario arribó al pueblo pasadas las nueve de la noche. Acequias, lo cual ya no es raro, estaba sin luz. Alumbrado por celulares, Guevara Jaimes impuso a don Elpidio la condecoración Orden “23 de Mayo”. Llovía, lo cual no fue obstáculo para que todo el pueblo plenase la casa grande y aplaudiese la sencilla, pero honrosa y bien merecida ceremonia.

Se le reconocía a un hombre bueno su buena historia. Una historia a favor de todos. Por esto todos los de Acequias agradecían al gobernador que, a la hora del abrazo, y en nombre de todos los merideños, al imponerle la hermosa presea, le hubiese dicho: “Con orgullo, don Elpidio, en su figura estoy condecorando a uno de los padres de la democracia, agradeciéndole al Todopoderoso que nos lo tenga vivo, como viva habrá de estar siempre su historia y su ejemplo”.

Después, todos los viajeros comimos arepas de trigo, queso y papa cocida. El café impregnaba con su aroma la fría noche, pero el aguamiel reinó en la mesa.