domingo, 4 de marzo de 2018

“Somos Democracia Social, pero la dura realidad del país nos indica que estamos muy lejos de nuestro ideal”


Luis Loaiza Rincón en los11º años de fundado  “Un Nuevo Tiempo”

 

 

 

*** En el mundo, la democracia no es excepción sino la regla, la excepción es este régimen de atraso y el  viento de la historia siempre ha estado del lado de quienes luchan por la libertad. No podemos rendirnos. No podemos dejar de luchar. ***

 

Nelson Dugarte

 

El Partido Un Nuevo Tiempo (UNT) empieza a nacer a la vida política nacional apenas en el año 2006, cuando su fundador y máximo líder, Manuel Rosales Guerrero, siendo candidato presidencial de la oposición democrática venezolana, regó por todo el país la semilla de esta organización política. Sin embargo, no fue sino hasta un 03 de marzo del 2007 cuando el partido trascendió definitivamente sus orígenes regionales y se convirtió en una realidad nacional en constante consolidación.

 

Asi lo declaro su presidente Luis Loaiza Rincón, en un año más de fundado y de lucha democrática dijo: “El sustento ideológico y doctrinal de UNT es la Democracia Social y esta es básicamente un proyecto de inclusión social, libertad y justicia para Venezuela. Tal proyecto se encuentra adaptado a la realidad venezolana de estos tiempos y a los actuales desafíos de la nueva sociedad del conocimiento y la comunicación y considera como una totalidad indivisible la plena vigencia de los derechos políticos y civiles, por una parte, y los económicos y sociales, por la otra. Asumimos que la democracia implica igualdad política, soberanía popular, predominio de la mayoría y salvaguarda del Estado de Derecho y de las minorías, sistema representativo, derechos fundamentales y división de poderes. También asumimos la lucha por una sociedad que combine la libertad de los individuos con la justicia social y económica para todos, donde no haya “libertad sin justicia, ni justicia sin libertad”, puntualizó.

 

“Sin embargo, la dura realidad del país nos indica que estamos muy lejos de nuestro ideal. Vivimos en un país donde la Constitución le resulta incómoda al poderoso y en el que es evidente la ausencia de separación y autonomía de los poderes. Aumenta el número de presos políticos, se establece en la práctica el delito de opinión y, en suma, se desconocen los derechos civiles, políticos y sociales de los ciudadanos. Por si fuera poco, la situación social adquieres connotaciones dramáticas: la inseguridad, el riesgo por muerte violenta, el deterioro creciente del poder adquisitivo del salario, la escasez de productos básicos, el desabastecimiento generalizado y la precariedad de los más elementales servicios públicos, hacen que el día a día de los venezolanos esté dominado por la necesidad, el desasosiego y la incertidumbre”, señalo.

 

“En Venezuela, uno de los países más inseguros del mundo, la desaparición del Estado de Derecho está dando lugar a la aplicación selectiva de un conjunto de prácticas, propias del llamado “Estado Policial”, que son esencialmente antidemocráticas: Estricto control sobre una parte de la población a través de la supresión de las libertades civiles y políticas y el despliegue de sofisticados mecanismos de control y vigilancia policial, que no tienen como propósito generar seguridad pública, sino acabar con toda oposición política y eso implica poner bajo sospecha a todos los ciudadanos que pensamos distinto”, concluyó Loaiza Rincón.

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