La paciencia
de los habitantes de la ciudad de Mérida se agota ante la prolongada falta de
suministro de agua potable, que ya supera las 48 horas en algunos sectores de
la capital andina. La situación, que se ha vuelto recurrente en los últimos
meses, genera creciente malestar y preocupación entre los ciudadanos, quienes
ven cómo sus actividades diarias se ven severamente afectadas.
La
incertidumbre y la falta de información han exacerbado la angustia de los
residentes, quienes dependen del suministro regular para sus necesidades
básicas de higiene, alimentación y saneamiento.
Esa situación
se agudiza en el centro de la ciudad y sectores cercanos, así como en la
avenida Las Américas, donde cientos de merideños han manifestado su frustración
a través de redes sociales y llamadas a medios locales. /LRD