El día de hoy quiero dedicar unas líneas no como lo haría un político convencional, con frases y palabras elegantes y rebuscadas con la finalidad de intentar convencer o ganar simpatía, lamentablemente Venezuela en este momento no necesita eso, necesitamos sinceridad, franqueza y palabras que reflejen la realidad desde un punto objetivo, sin pasiones o fanatismo, sólo la verdad de la forma más simple y sencilla, palabras chiquitas para un pueblo grande.
He repetido en muchas oportunidades la frase: “Si hacemos lo mismo, va a pasar lo mismo”, durante años cada vez que hemos estado cerca de lograr el cambio que tanto anhelamos los venezolanos, el odio, el egoísmo y el fanatismo se atraviesan y no nos deja consumar la victoria, familias separadas por diferencias políticas, amistades perdidas, enemistad entre vecinos y mucho más, esto nos lleva a preguntarnos ¿Qué ganamos? No hay otra respuesta: absolutamente nada, sólo hemos encontrado derrotas que nos han llevado a tener que seguir padeciendo innecesariamente por causa de un gobierno que se encuentra lejos de lograr garantizar una vida digna para los venezolanos ¿Y sabes qué es lo peor? Lo estamos haciendo de nuevo, por lo tanto, va a pasar exactamente lo mismo que en el pasado, ser derrotados a pesar de contar con una amplia mayoría.
Soy un hombre creyente en Dios, por eso llevo años escribiendo y hablando en muchísimas oportunidades sobre la necesidad de que aún en los momentos más difíciles debemos creer en valores como la familia, la hermandad, el respeto y la tolerancia, entre otros, ya que en la medida que yo respete la forma de pensar del prójimo, en esa misma medida seré respetado, debemos pensar mucho más allá de sólo ganar una elección, hay que pensar en ¿Qué país nos queda luego? Pero para lograrlo, antes debemos pensar profundamente en ¿Qué país tenemos ahora? Uno donde se ofende a quien quiera expresarse libremente, uno donde el odio predomina, los intereses propios por encima de los intereses de todos ¿Cómo podemos triunfar así? Lamentablemente no hay forma, a pesar de ir primeros en la carrera, estamos pendientes de empujar al que va de segundo cuando lo que tenemos que hacer es ver la meta y seguir hacia ella, ganar y cobrar, tener el cambio que queremos y que necesitamos ya que es por el bien de todos.
Fífate que no te digo qué hacer, ya que respeto tu forma de pensar, no sólo la respeto, me parece fundamental que pensemos distinto, esa es la libertad por la que lucho, donde puedas decir y pensar lo que quieras, pero si considero que el “Cómo” es muy claro, unidos es la única forma, no pensando igual, es imposible, pero si buscando el bien común, ya que ese bien común del que te hablo te involucra a ti y a tus seres queridos, esa debe ser nuestra prioridad.
Unidad en función de una causa, sólo eso, las personas pasan pero la causa prevalece, la meta de la que te hablé en párrafos anteriores, concentrarnos en eso, mirar la cinta que debemos atravesar para tener la victoria, sin importarnos qué hacen los que van detrás, sin importarnos los obstáculos que atravesamos y que debemos atravesar, vamos de primeros y lo único que debemos hacer es darnos la mano, respetarnos, tolerarnos como ciudadanos por encima de cúpulas que tan sólo buscan sus propios beneficios, es simple, el odio es uno de esos obstáculos, quizás el más importante, si logramos vencerlo no existe forma que alguien nos arrebate la posibilidad de tener el país que todos queremos.
Por encima de cualquier personalidad, por encima de cualquier campaña que invierte millones de dólares en boots en redes sociales con cuentas falsas para atacar a quien ose escribir algo que no les conviene, por encima de personas que buscan sus intereses propios y se niegan a construir puentes para el entendimiento, la unidad debe ser desde nuestros hogares, nuestras comunidades, no hay de otra, si seguimos esperando por otros se nos va a ir la vida en una miseria impuesta por quienes llevan el poder actualmente en nuestro país ¿Quieres eso para ti? ¿Quieres eso para tus hijos? Si la respuesta es no, es el momento de entender que no depende de otros, depende de ti con lo que hagas o dejes de hacer de hoy en adelante, si llevas odio, ofensa y descalificación contra otros, nos alejamos del camino a la victoria, si por el contrario estamos concentrados en buscar construir puentes con la familia, vecinos, amigos, entre otros, y nos negamos contundentemente a quienes quieren manipularnos para que hagamos lo que ellos quieren, te garantizo que la victoria está a la vuelta de la esquina.
Recuerda, lejos de cualquier individualidad la causa está por encima de todo, ya que en esa causa estas tú, está tu familia, están tus vecinos, en las individualidades está el odio, el egoísmo, en fin, se benefician otros, tu no, en 2005 entregamos la Asamblea Nacional, terminaron su período y tu en la miseria, en 2018 entregamos la presidencia, allí está terminando el período y tu en la miseria, en 2020 entregamos de nuevo la AN, allí están terminando su período ¿Y tú? ¡En la miseria! ¿De qué nos sirvió odiar, llamar a otros alacranes, traidores, entre otros? ¿De qué sirvió no participar? Aquí estamos pasándola mal todos, tú y los que ofendiste, juntos, así que no queda de otra, darnos la mano y ¡Ganar! Si, ¡Ganar! Y no para una clase política ¡Para ti y para los tuyos! Esa es la misión, ese es el objetivo, sea quien sea, que prevalezca la causa, que prevalezcas tú.
Porque vengas de donde vengas, pienses como pienses ¡Venezuela SOMOS TODOS! Y UNIDOS SEREMOS LIBRES y tendremos el país que tú y yo queremos.
Pedro Castro
Miembro Dirección Regional MAS Mérida
06/04/2024
