sábado, 29 de septiembre de 2018

Monseñor Luis Enrique Rojas celebró su primer año de episcopado

Con una eucaristía por el natalicio del Siervo de Dios Miguel Antonio Salas  




*** Señaló Monseñor Rojas Ruiz, que una de las experiencias más ricas de su primer año de episcopado, fue saludar al Santo Padre y obtener su bendición para la bandera de Venezuela que siempre lleva en su sotana

Euro Lobo SSCC / CNP: 12.112


 En el marco de la celebración de la Fiesta Litúrgica de los Arcángeles, Rafael, Gabriel y Miguel, la Basílica Menor de la Inmaculada Concepción Catedral de Mérida, se vistió de gala y conmemoró el 103 aniversario del natalicio del Siervo de Dios Monseñor Miguel Antonio Salas y el primer año de episcopado de Monseñor Luis Enrique Rojas Ruiz.

La eucaristía, presidida por el prelado auxiliar de la Arquidiócesis de Mérida, sirvió para el reencuentro con los feligreses luego de que Monseñor Rojas Ruiz participara en el Curso para Nuevos Obispos que se realizó en Roma y que coincidió con la visita Ad Liminan que los mitrados venezolanos realizaren al Santo Padre a principios del mes de Septiembre.

Su excelencia agradeció a Dios por la experiencia de servicio para la que fue electo por el Santo Padre, “continúo agradecido al Señor por haber puesto su mirada en mí, sigo con el compromiso de mantenerme adelante como sucesor de los apóstoles”.

Agradeció el acompañamiento especial del Cardenal Porras Cardozo, “quien con su ejemplo y sabia corrección me ha enseñado a ser un pastor con la gente en la humildad del servicio”, puntualizó el obispo.

Camino a los altares

Para la ocasión se reunieron y concelebraron la eucaristía, los sacerdotes de la zona centro norte de la Arquidiócesis, muchos de ellos formados por el Siervo de Dios Monseñor Miguel Antonio Salas, quien les ha representado ejemplo de humildad y santidad en su vida consagrada.

El Presbítero Javier Muñoz, quien lleva la causa para los altares de Monseñor Salas, anunció que se encuentra en la fase final de la segunda etapa, la cual busca desde Mérida, demostrar las virtudes heroicas del quinto arzobispo local de esta Arquidiócesis, expediente que se ha sustanciado con entrevistas y testimonios de fieles que conocieron al mitrado y que han dado testimonio de su vida humilde y llena de entrega.

Para la ocasión, el altar fue compartido por el Corazón de Monseñor Miguel Antonio, que traído desde su natal estado Táchira, se encuentra dispuesto para su veneración en la capilla del Seminario Arquidiócesano San Buenaventura de Mérida.

La Bandera de Venezuela

Aprovechando la oportunidad en el momento de las ofrendas, Monseñor Luis Enrique presentó la bandera de Venezuela que el Papa Francisco le bendijo en su encuentro y como símbolo de respeto, la consignó sobre la urna que guarda el corazón de Monseñor Miguel Antonio Salas, “porque como pastor, Monseñor Salas siempre nos animó a luchar por la libertad de los más humildes y pobres”, afirmó el prelado. 

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