Fiesta de la Inmaculada Concepción; Patrona de Mérida
*** El príncipe de la Iglesia celebró la festividad en la Catedral de Mérida, al lado de los presbíteros locales quienes también lo acompañaron en los actos de consagración de 4 nuevos sacerdotes que fueron ordenados a lo largo de la pasada semana
Euro Lobo SSCC / CNP: 12.112
Para celebrar la festividad de la Inmaculada Concepción de María, patrona de la Arquidiócesis de Mérida, Su Eminencia Reverendísima Baltazar Cardenal Porras celebró éste sábado, unido al presbiterio local, la Santa Eucaristía en la Basílica Menor de la ciudad de Los Caballeros.
Para la ocasión el altar mostraba ya los adornos propios de la época decembrina, la estatua de la Inmaculada, que usualmente se encuentra en la Capilla del Santísimo Sacramento, fue puesta de manera ceremonial al lado izquierdo del pesebre, el cual se ubicó en la entrada de la cripta, aprovechando la luz que allí destaca.
En su homilía, el Cardenal recordó que este dogma, que da patronazgo a la Arquidiócesis merideña, es de carácter hispano y que, llegó hasta nosotros a través de la obra evangelizadora de los misioneros coloniales.
“Ella es la que nos abre el camino que nosotros también debemos recorrer para esa cercanía con Jesús; la disposición de servir a Dios y a los demás es lo que nos pone como ejemplo y nos da esa fuerza que nosotros necesitamos para construir la esperanza”, destacó en su sermón.
Puntualizó que los fieles están llamados al servicio “desde aquí y ahora, en medio de las dificultades, sobre todo al añorar a esos seres queridos que han marchado por mejores oportunidades, que eso no se convierta en motivo para el desanimo ni la desesperanza”.
Al referirse al tiempo litúrgico que medita la iglesia preparando la fiesta de la Navidad el Cardenal afirmó que, “este tiempo de adviento tiene el sentido de llamarnos a vivir lo que nos dicen los profetas, que no es simple poesía, es una invitación permanente a ser protagonistas, a poner piedra sobre piedra, a construir el amor y no el odio y la violencia”.
Llamó a que los fieles se conviertan en vigilantes disponibles que no se dejen aplastar por las dificultades, invitó a poner a María Inmaculada como ejemplo de vida, “Ella es ternura, cercanía que acoge al niño pequeño para no desfallecer en la búsqueda de Jesús. Que seamos capaces de dar posada la que no tiene, al necesitado, al desesperanzado”
Proyectando su homilía hasta la realidad por la que transita Venezuela, afirmó, “no nos dejemos comprar la paz con cualquier cosa y menos por esos cantos de sirenas que ofrecen y ofrecen cosas para comprar nuestra conciencia”.
Finalizó su pastoral orando por el encuentro y la paz, por la reconciliación y la esperanza, “somos hijos de la vida, de la resurrección, como María la llena de Gracia, seamos así para que nuestras debilidades no nos lleven por caminos tortuosos que no construyen paz y libertad·.
Al finalizar la eucaristía los fieles realizaron la procesión con la imagen de María Inmaculada por los alrededores de Plaza Bolívar, el párroco de La Catedral, Padre Raili Guerrero recordó el horario de las misas de aguinaldo e invitó a participar en esta tradición.