Un despliegue de color, danza y tradición
Mientras el estruendo de los trabucos domina otras latitudes del páramo, en Timotes la fe se manifiesta a través de un caleidoscopio de colores y el rítmico sonar de los tambores. Este lunes, el "Pueblo de las Flores" celebró su festividad más grande en honor a San Benito de Palermo, una tradición que este año cobra un significado especial al enmarcarse en el V Centenario del nacimiento del santo.
La jornada comenzó en el Santuario de San Benito, ubicado en la parte alta del pueblo, frente a la Plaza Miranda. Allí se custodian las sagradas reliquias (restos de piel y del costado del santo), las cuales presiden una de las procesiones más vistosas de los Andes venezolanos.
A diferencia de otras localidades, Timotes destaca por la organización de sus sociedades y cofradías, que agrupan a más de 23 comparsas. Los devotos, conocidos como "Vasallos", se dividen en grupos con roles y vestimentas específicas:
• Los Negros: Hombres con los rostros pintados de negro, vestidos con trajes de colores vibrantes y coronas adornadas, que bailan al ritmo de los tambores recordando el origen africano del santo y la libertad de los antiguos esclavos.
• Los Giros: Grupos que ejecutan la danza del "Sebucán", tejiendo cintas de colores alrededor de un palo central, simbolizando la unidad y la protección de las cosechas.
• Los Indios: Representaciones que mantienen viva la raíz indígena de la región (los Timotes), quienes adoptaron a San Benito como su protector agrícola tras la colonización. /LRD
