lunes, 24 de abril de 2023

OPINIÓN: ¡Comunicación Popular, sin amigos a montones...! por Giovanni Barboza






Saludos. Les refiero que el pasado 12 de abril, se conmemoró el “Día de la Comunicación Popular”, celebración que data del 2015 y que fue una resultante de los hechos del Golpe de Estado del 2002.

Es risible creer que lo ocurrido en Caracas en abril de 2002, fue similar en todo el país. Cada estado “vivió” ese momento de manera muy particular. En la capital y sus alrededores, si funcionó, de alguna manera lo de la “comunicación popular”, pero, en este caso no voy a profundizar sobre ese hecho.

En esta oportunidad me ocupa lo que pasó después del 2015, es decir, cuando se dio un “supuesto” verdadero “valor” a la “Comunicación Popular” y, por cierto, a finales de ese mismo año se aprobó una “Ley de la Comunicación Popular” que nació agonizante y ya es letra muerta. De esta Ley les escribiré en otra oportunidad.

Lo cierto es que, el Presidente Chávez, fue visionario al valorar la Comunicación popular como fenómeno de “comunicación alternativa” que ya se venía gestando, y consolidando, tanto en Venezuela como en gran parte del mundo.

La llegada de Chávez al poder, solo sirvió para legislar específicamente en materia de radio y Televisión alternativa y, por supuesto, se comenzaron a promover las radios y televisoras comunitarias en todo el país.

Pero ese fenómeno de “Comunicación popular”, promovido por el Estado, era una deformación conceptual desde su propio inicio ya que el Estado, además de otorgar “Habilitaciones y Concesiones” a radios y televisoras, las dotaba de equipos, infraestructura y hasta recursos, siendo entonces que estos medios simplemente fueron “apéndices” del gobierno y se acostumbraron a que el gobierno los mantuviera y por eso muchos de estos medios hoy no existen y otros, simplemente se fueron por la dinámica de la radio comercial.

Bajo una “incomprensible” idea de democratización de la comunicación, la “revolución” también permitió la inundación del espectro radioeléctrico de emisoras de radio, que se autodenominaron “comunitarias”, y era una forma de buscar el amparo del mismo Estado, y por eso más de un 80% (al menos en Mérida) de las radios operan ilegalmente. Muchas de estas radios funcionan como comerciales, se lucran y en nada se vinculan a la idea de “comunicación popular”, hay quienes hasta han hecho “circuitos radiofónicos”, y todo, simplemente es una evasión de impuestos, responsabilidades y hasta se han canalizado recursos “sucios” para el montaje de estos medios.

Los alcaldes revolucionarios, el PSUV, instituciones del Estado (Fuerza Armada, Ministerio de Interior y Justicia, etc.), se montaron en la cresta de la ola para disque hacer “comunicación alternativa o popular”, e instalaron sus emisoras…vaya que disparate.

Hoy por hoy, en Mérida, hay un promedio de 30 “permisos” para radio comunitarias, pero muchas de ellas están apagadas, y solo una minoría hace verdadera comunicación popular; resalto Aldeas 100.1 en Los Nevados, Azulita Comunitaria 107.3, Carú 95.7 en Bailadores, Torondoy 9.7, Horizonte 106.7 en Mérida, Frontina 100.3 en Santo Domingo, Valle la Tovareña 92.1 en Tovar y, Sur 90.9 en Nueva Bolivia, entre otras muy pocas.

Hay también otras emisoras que operan en diferentes comunidades, que aún no han sido habilitadas por Conatel, por lo tanto, no son catalogadas como comunitarias sino como “Clandestinas” (Así las denomina Conatel); por lo que quienes esgrimen que la “legitimidad” la da el pueblo y no una institución del Estado, y eso en verdad es lo que conceptualmente comunicación popular, pero en el caso de la radio y la tv, hay un marco legal y eso depende del Estado.

Vale recalcar que “comunicación popular” no es una radio o una televisora simplemente, recuerden que antes de la revolución, ya se hacía “comunicación alternativa” en todo el mundo (especialmente periódicos, periódicos murales, radios en circuito cerrado, perifoneo informativo, etc.), ojo…y que este planteamiento viene andando desde 1970, no es algo “original” de la revolución bolivariana.

Finalizo señalando que en Mérida, la conmemoración del “Día de la comunicación popular” no tiene amigos a montones como la cultura popular, por eso pasó por debajo de la mesa, los más acérrimos baluartes de la revolución ni saben que este día  existe.

 Lic. Giovanni Barboza / CNP 6640

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