La dirigente adeca
señaló que el oficialismo desesperado asume medidas en el orden político, que
en el fondo no corrigen el problema, sino que empeora la situación de crisis
Prensa AD Mérida
La secretaria de
organización de Acción Democrática (AD) en Mérida, Elsa Gámez, calificó como
otra trampa más de este “gobierno moribundo y fracasado, la propuesta de una
supuesta asamblea constituyente, que ni siquiera tiene el propósito de que la
reforma resultante sea sometida a consulta popular, sino darla por aprobadas
directamente para imponer el estado comunal”, Gámez dijo que una vez eso fue ya
rechazado por el pueblo.
La también
legisladora en el estado Mérida, ante el CLEMB, señaló que hay contradicciones
en la manera en que los voceros del oficialismo, intentan explicar la
convocatoria, que ya fue decretada en Gaceta Oficial, “dicen que no se va a
cambiar la Constitución y que no se podrá cambiar los Poderes Públicos,
entonces eso no es una asamblea constituyente, que es la máxima expresión de la
soberanía popular, rechazamos que estos pretendan creerse con facultad de poder
decir qué puede o no puede hacer esta instancia de poder”.
El Gámez expresó
que la Constitución no prevé la figura de “constituyente comunal”, que ya hace
tal convocatoria en una propuesta inconstitucional, “además no es cierto que el
Presidente pueda convocar una constituyente, en un consejo de ministros, sólo
puede tener la iniciativa según el artículo 348°, la facultad de convocarla
reside en el pueblo a través del voto universal, directo y secreto, si el
pueblo lo aprueba se convoca”. También rechazó que el oficialismo imponga una
base electoral no democrática y que se pretenda elegir a los constituyentitas,
de manera viciada por sectores, sin que se permita la participación de todos
los electores”.
Por
último enfatizó que en todo caso, la implementación de una constituyente no va
a resolver de inmediato la grave crisis económica, social y política que sufre
el pueblo venezolano, ya que se trata de un proceso que llevaría tiempo,
incluso con reglas claras y democráticas, “la gente no come constituyentes”,
finalizó.