Gabriela Vázquez
Pasante-UNICA/Prensa OVV Mérida
Como
es costumbre, el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) exhibió ante los
medios de comunicación el informe anual sobre muertes violentas del 2016,
contando con fuentes primarias oficiales y con las informaciones recabadas de
los seis observatorios regionales de violencia.
Según
el informe del OVV, en 2016 se registraron 28.479 muertes violentas, lo que
significa una tasa de 91,8 por cada cien mil habitantes, ubicando a Venezuela como el segundo país con mayor nivel de
violencia letal en el mundo para el año que culmina. De este total, los
homicidios se estimaron en 18.230 casos, las víctimas de los actos clasificados
como resistencia a la autoridad en 5.281; y 4.968 fallecidos cuya calificación
es averiguación de muerte.
Sobre
estas cifras, el profesor de la Universidad de Los Andes y Coordinador del OVV
Mérida, Freddy Crespo, opinó que la misma implicó un incremento de
aproximadamente 800 muertes violentas con respecto al 2015, año en que el
registro de esta cifra, según el OVV fue de 27.785. “La tasa pasó de 90 a 91
muertes violentas por cien mil habitantes del 2015 al 2016. Al considerar los
homicidios, vemos como esta se encuentra en el rango de la presentada por el Ministerio
Público en su Memoria y Cuenta del 2015. Según esta cifra se registraron en el
país en 2015 17.778 homicidios, cifras que en nuestro pronóstico es de 18.230”.
Del
mismo modo, resalto el profesor Crespo, que las principales características de
la violencia en 2016, fueron, en primer lugar, un incremento de la violencia en
la acción en sí, implicando el uso de armas largas para la comisión de delitos,
el enfrentamiento directo a los organismos de seguridad expresado en ataques a
comisarias o casillas policiales; en segundo lugar, la aparición de los delitos
relacionados con la situación del desabastecimiento; en tercer lugar, el
aumento de los linchamientos; y por último, el crecimiento de los delitos
amateur o aquellas acciones que implican la comisión de un delito de manera
circunstancial como aprovechamiento de una situación específica o condición
particular de la víctima.
Para
Mérida la situación no parece muy alentadora sobre las cifras de violencia. A
pesar que ocupa la posición décima novena en el ranking nacional de tasa de
muertes violentas, con una cifra de 57 por cada cien mil habitantes, hacia lo
interno de la entidad el panorama cambia. Con relación a los delitos totales
según registro oficial, de acuerdo el profesor Crespo, las muertes violentas
tienen una proporción que ni siquiera en Caracas se repite. La entidad tiene al
municipio que en 2015 y 2016 tuvo el segundo mayor incremento en homicidios a
nivel nacional (Julio César Salas), mientras que Libertador, Alberto Adriani y
Campo Elías, registran el 65% de los delitos totales de la entidad y el 55% de
los homicidios en 2016. Sobre este delito, alertó Crespo el incremento
alarmante en lo que va de mes, en el que se han registrado 28 homicidios en 23
días.
Otros
aspectos a resaltar son: el 75% de los delitos no son denunciados en la región,
principalmente porque “la policía no hace nada”; la comisión de delitos por
comida, el ingreso a vivienda de manera violenta en la que amordazan, disparan
o torturan a propietarios para robarles los alimentos, apareciendo como un
delito en constante aumento en las mediciones que efectúa el OVV Mérida.
Finalmente,
Crespo hizo referencia a una violencia gradual en el presente año que si no se
controla de manera adecuada, para el 2017-2018 habrá una “explosión mayor de
violencia” con delincuentes emergentes que no se han vislumbrado aún.
También,
hizo un llamado a seguir el contenido de la página web del Observatorio
Venezolano de Violencia, el cual se mantiene con contenido informativo respecto
al tema de violencia nacional: www.observatoriodeviolencia.org.ve