Ramón Guillermo Aveledo ofreció un acertado discurso
Mérida
conmemoró los 58 años de la democracia venezolana
*** Con espíritu de lucha y esperanza la
municipalidad recordó y conmemoró los 58 años de la democracia venezolana***
Adelaine
Urdaneta
En horas de la mañana de
ayer sábado, el Concejo Municipal del Libertador realizó una sesión especial
para conmemorar el 58 aniversario del 23 de enero “Día de la Democracia”, acto que conto con una nutrida presencia
tanto de autoridades nacionales como ex
Gobernador José Curiel, regionales Leg. Alexander Morales, Arquímedes Fajardo y
municipales Omar Lares, Carlos Garcia, así como destacados invitados
especiales.
Al iniciar la Sesión
Especial José Luis Vázquez, presidente del Concejo Municipal Libertador recordó
que el 23 de enero de 1958 un movimiento cívico- militar puso fin al gobierno del general Marcos Pérez
Jiménez, logrando con esto el derrocamiento de una dictadura que por unos 10
años mantuvo estancado a nuestro país, actos que hoy por hoy nos permiten tener
elecciones libres, una constitución, Instituciones autónomas y un sin fin de
mecanismos que se deben mantener y rescatar. Es por ello que este Ilustre
Concejo, consecuente con el espíritu de lucha democrática se honra en recordar y
celebrar esta fecha como el” Día de la Democracia”. Acoto el concejal.
Condecorados…
En esta oportunidad la
sesión también fue propicia tal y como lo establece la ordenanza municipal para otorgar de manos del alcalde de la ciudad Carlos
García y ediles del Libertador, la Orden
Libertador a destacadas y reconocidas personalidades merideñas, tales como:
el Dr. Adelis Leo Guevara, Dr. Moisés
Troconis, Dr. Alberto Newman y al Dr. Ramón Guillermo Aveledo, quien fungió
como Orador de Orden ofreciendo a los presentes un extraordinario y oportuno
discurso del cual se extrajo el siguiente fragmento.
“Más allá de la demagogia y el rencor”…
Mérida le puso Libertador por nombre a su
Municipio y a su principal y más antiguo Liceo. Mérida fue la primera en llamar
Libertador a Simón Bolívar en mayo de 1813, precisamente por el Ayuntamiento,
remoto antecesor de esta Cámara. Mérida fue la primera en erigir un monumento
al Libertador en la Columna de Milla. Por eso esta ciudad, puede reclamar
justos títulos para exigir que al Libertador no se lo privatice como bandera de
un partido y se lo restituya a su natural condición de referencia de la unidad
nacional. No requiere esta Venezuela de un Libertador instrumental que la
divida. Necesita de un Libertador que en su simbolismo la una.
Esta conmemoración, a cincuenta y ocho años del
año 1958, coincide con viento de cambio el cual, por cierto, ha soplado
especialmente fuerte en Mérida. No hay consenso en la meteorología política.
Para unos es borrascoso, para otros huracanado y, visto desde el conformismo
asusta y desde el optimismo cándido acaso entusiasme en demasía. Hay quien lo
subestima como brisa pasajera y quien sobreestima la virtualidad de su potencia
arrasadora. Me cuento entre quienes creen que ha refrescado un clima nacional
que era pesado, agobiante, pero más vale
ser cauteloso con los pronósticos. Y recordar la sentencia de Churchill, cuando
en 1942 los aliados lograban una importantísima victoria: “Este no es el fin,
ni quisiera el principio del fin. Puede ser, quizás, el fin del
principio”.