Fiestas religiosas de la Arquidiócesis de
Mérida
En Mucuchíes y Timotes veneraron a San Benito
de Palermo
***Paramos merideños, se llenan de fe,
música, trabucos, colores y danzas en honor
a San Benito de Palermo***
Prensa Arquidiócesis de Mérida
Yenifer Espinoza
Tal como todos los años, durante
las fiestas decembrino los pueblos del páramo merideño, celebran con gran
devoción el día de San Benito de Palermo, tradición que cada año engalana las
principales calles de Mucuchies y Timotes, con las danzas, trabucos y la fe un
pueblo católico.
Mucuchíes
En Mucuchíes, municipio Rangel del estado
Mérida, la celebración arribó a 201 años de tradición; festividad que comienza
a las 3 de la mañana, con el repique de campanas y las primeras descargas de
trabucos, en honor al Santo Negro.
La misma cuenta con más de 1400 integrantes
de la Sociedad, provenientes de diversas zonas del municipio, como La
Mucumpate, La Asomada, Gavidia, Misintá, entre otros. Hombres,
mujeres y niños, tiñen su cara de negro, usan trajes coloridos, con sombreros
muy peculiares para danzar y girar en torno a San Benito, Negro que reúne miles
de espectadores de todas partes del mundo, por la gran fe y devoción de sus
fieles.
Es importante resaltar que antes de salir en
procesión, los fieles católicos pagan las promesas al Santo por los favores
recibidos, demostrando así la gran devoción y fe hacia el Negro San Benito.
Procesión
La Banda de Guerra, fue la encargada de
amenizar con sus notas musicales, el recorrido de los negros y danzantes por
las principales calles del Pueblo, todos guiados por el Comandante de la
Sociedad, encargado de dirigir el gran número de participantes que hacen
retumbar el cielo andino al hacer explorar tus trabucos cargados de pólvora en
cada una de las imágenes del Santo que son adornadas por los devotos durante la
procesión que duro más de 10 horas sin descanso.
Eucaristía
Luego del largo recorrido, la procesión llegó
a las afueras de la Parroquia Santa Lucia de Mucuchíes, lugar donde fueron
esperados por Monseñor Alfredo Torres, Obispo Auxiliar de Mérida, el párroco
Olivo León, además de integrantes del Clero Merideño, para dar inicio a la
santa Misa en Honor a San Benito.
Durante la Eucaristía, Monseñor resaltó la
importancia de la fe que se siente y ve en este pueblo Andino, “Hay mucha
emoción y entusiasmo en esta parroquia, que va respaldado por la fe en Jesucristo,
por eso debemos elevar oraciones agradeciéndole a Dios por una celebración más
con tanta fe y devoción, pidiéndole por la paz y unión del mundo y Venezuela”,
indicó el Obispo Auxiliar.
Por su parte el padre León, indicó que dicha
celebración llevo varios meses de trabajo, con gran fe y devoción al santo,
cuidando cada detalle, respetando el nombre de Jesucristo, donde solo los
negros danzan y hacen sonar sus trabucos, sin consumir alcohol; informó además
que este año fue creada la Custodia de la Reliquia de San Benito, encargados de
custodiar el pequeño trozo perteneciente al Santo, para que visite todas las
comunidades.
“Los fieles debe imitar a este Santo, por su
intachable vida religiosa, un hombre eucarístico y mariano, quien rezaba en
Santo Rosario todos los día, en nombre de Dios, por eso debemos amarlo y
respetarlo”.
Timotes arribó a los 70 años
En Timotes, municipio Miranda del estado
Mérida, también desde altas horas de la mañana, los feligreses se prepararon
para disfrutar de las diferentes comparsas de indios, negros, marrones, giros y
giras, que danzan durante todo el día ante las imágenes del santo negro de las
comunidades que asisten a la celebración de la festividad.
Monseñor Baltazar Porras, Arzobispo
Metropolitano de Mérida, informó que en esta población la festividad arribó a
los 70 años de fundación, multiplicándose cada año las comparsas, provenientes
de las aldeas cercanas a la población, como una celebración religiosa y
cultural al Santo Negro.
Indicó Monseñor Porras, que las comparsas de
Timotes, está integrada por casi 1000 danzantes, quienes cada año son los
encargados de darle vida y colorido a esta importante fiesta, caracterizada por
el baile del Sebucán, tejiendo con cintas de colores el palo, en honor al
Santo.
“estas celebraciones reflejan la misión
evangelizadora en cada una de las comunidades, pues ellos se apoyan entre sí, y
también a la comunidad en general, esta tradición tiene una gran sacrificio
pues son muchos días y horas las dedicadas a la expresión de la fe en
Jesucristo y por ende a San Benito”, resaltó Monseñor Porras.
Origen de la Fiesta
Los integrantes de la Sociedad de San Benito
explicaron, que durante la Batalla de Niquitao, un grupo de parameños que
participaron en la misma, le pidieron a San Benito de Palermo su protección, y
desde entonces en agradecimiento se ha venido celebrando por todo lo alto la
fiesta por el favor recibido en esa apoca.