A tres meses de las
lluvias registradas el pasado 24 de junio, la carretera trasandina, principal
vía de conexión del estado Mérida con Trujillo, Barinas y el centro del país,
mantiene sectores con un nivel de riesgo importante que compromete la seguridad
de conductores y habitantes de la localidad.
Aunque autoridades
locales, regionales y nacionales realizan labores de recuperación, la situación
en zonas específicas es crítica. Tal es el caso de la vía entre el sector Los
Aleros y Cacute, zona limítrofe entre los municipios Santos Marquina y Rangel,
donde se observan fallas de borde significativas que aumentan el peligro de
deslizamientos de piedras y sedimentos.
En uno de los
sectores de la vía se evidencia un ‘cuello de botella’ que genera un paso
complejo cuando se incrementa el tráfico vehicular. Con lluvia, por leve que
sea, complica en demasía la movilidad e impide que los habitantes de la
comunidad puedan pasar caminando ya que es la única forma para acceder al
transporte público hacia la parada de Los Aleros, realizando sus
desplazamientos diarios en condiciones de inseguridad. /Héctor Cortez Ruiz