Las cosechas se dañan al no poder comercializarlas
***La tragedia del combustible no deja de hacerle daño a la gente y a la producción nacional.
Jade Delgado
Siguen las largas filas tanto en las estaciones de servicio subsidiadas como en las dolarizadas del estado Mérida, donde las personas deben permanecer desde la noche anterior, bajo la lluvia, la inseguridad y dejando de hacer sus actividades, asimismo continúan las fallas del servicio eléctrico.
Mientras más lejos están las poblaciones de la capital merideña, más difícil es comprar combustible, los agricultores ven como se dañan sus cosechas al no poder comercializarlas por falta de transporte, muchos viajan durante horas hasta la ciudad de Mérida, desde Canagua y otros pueblos del sur, para intentar equipar sus vehículos de trabajo.
Ramón Chacón, agricultor del municipio Arzobispo Chacón, lamentó que debe perder su tiempo en una cola, ya que el Estado no garantiza a los agricultores combustible, él no solo debe comprarlo en dólares, sino que debe esperar horas en las afueras de las gasolineras, "en Canagua no llega gasolina".
El combustible no solo es necesario para trasladar las cosechas, también es utilizado para operar las máquinas, tractores y demás equipos en las unidades de producción, adquirirlo subsidiado es casi imposible y más costoso por las horas perdidas en las colas.
Pero no solo la gasolina afecta a los habitantes de los pueblos del sur, el mal funcionamiento del servicio eléctrico es otro malestar que se agudiza y por el que reclaman mejoras para vivir con dignidad.
También hicieron mención al estado de las vías agrícolas, las cuales están en ruinas y abandonas, además con las lluvias todo empeoró.
