domingo, 24 de agosto de 2025

Pequeños gestos de conciencia crean una red de seguridad colectiva en el entorno del vehículo de dos ruedas

 

La moto es una elección de economía, agilidad o simplemente pasión

 



 

Todos los días, subimos a nuestros vehículos con un objetivo común: llegar a nuestro destino. Para muchos, el carro que conduce es una burbuja de privacidad y comodidad. Sin embargo, en el asfalto que compartimos, esa diferencia se ha convertido en una peligrosa línea que divide, y a menudo, en una sentencia para los que van en dos ruedas.

 

Es hora de hacer una reflexión sincera como conductores. ¿Cuántas veces hemos cerrado el paso a una moto pensando "llegaré primero"? ¿Cuántas veces hemos cambiado de carril sin mirar el punto ciego con la suficiente atención? ¿Cuántas veces hemos visto a un motorizado zigzagueando entre los carros de alguna manera?.

 

Por favor, entendamos que quien conduce una moto no es un obstáculo, un imprudente o un anónimo con casco. Es una persona, un padre que vuelve a casa, un estudiante que va a clase, un repartidor que se gana la vida. Su vehículo no tiene una carrocería que te proteja, ni cinturones de seguridad, su único escudo es la precaución. /Redacción RDM con información Marco Antonio Sosa Villamizar

Un Nuevo estilo de periodismo Objetivo y Veraz