La iglesia
católica, a través de Cáritas, lleva esperanzas y consuelo a las familias que
fueron afectadas en el páramo y cuenca del Chama por las crecidas del río
Motatán, Santo Domingo y Chama.
Carlos Zambrano,
quien preside Cáritas en Mérida, indicó que desde el primer día en que se
empezaron a ver afectadas las comunidades, se activaron para brindar atención a
las familias, instalando 35 centros de acopio, siendo el epicentro la sede
principal ubicada en la Avenida Las Américas, al lado del templo de Santa
Bárbara.
El presbítero
resaltó que estas entregas se han llevado a cabo de manera organizada, gracias
al trabajo que han realizado desde Cáritas, con el censo de familias
damnificadas y afectadas directa o indirectamente, con el apoyo de organismos
de los diferentes entes gubernamentales. /JA