Carlos
Ramos: Inseguridad azota a productores agrícolas del páramo
Las comunidades del páramo merideño se han
sumado al clamor nacional para recuperar la gobernación del estado Mérida, pues
consideran que, en 17 años, el gobierno socialista revolucionario no ha
cumplido con las expectativas, y mantiene en estado de abandono a la zona productora
del páramo.
Así lo aseguró el ex diputado a la Asamblea
Nacional y precandidato a la gobernación del estado Mérida, Carlos Ramos,
durante su visita a los municipios Rangel y Cardenal Quintero, espacios en los
que conversó con dirigentes comunitarios, productores agrícolas, empresarios y
vecinos de Mucuchíes y Santo Domingo.
Los productores agrícolas aseguraron a Carlos Ramos, que la inseguridad se ha convertido en uno de sus graves problemas, pues ya no es solo la delincuencia y el hampa común que los mantiene azotados, sino que organismos de seguridad como la policía y la Guardia Nacional, quienes, en lugar de cumplir las normas, se han convertido en sus adversarios, atropellando su libre tránsito e impidiendo el paso de sus cosechas en las alcabalas de la zona.
Los productores agrícolas aseguraron a Carlos Ramos, que la inseguridad se ha convertido en uno de sus graves problemas, pues ya no es solo la delincuencia y el hampa común que los mantiene azotados, sino que organismos de seguridad como la policía y la Guardia Nacional, quienes, en lugar de cumplir las normas, se han convertido en sus adversarios, atropellando su libre tránsito e impidiendo el paso de sus cosechas en las alcabalas de la zona.
Manifestaron su desesperación, pues las
autoridades competentes no ponen fin a esa situación, cuando no es la
delincuencia son los agentes de seguridad, quienes los azotan. Los problemas en
las alcabalas se suman a la escasez de semillas e insumos para trabajar.
Los productores del campo aseguraron que se
sienten desatendidos, necesitan un ente que les facilite crédito para las
semillas, fungicidas, abono, pues Agropatria está lejos de ofrecerles esos
servicios, "allí no hay nada", dijeron. También expusieron que la
mayoría de sus vehículos de trabajo están parados, porque no consiguen
repuestos para arreglarlos.
En el páramo, denunció Carlos Ramos, hay
escuelas estadales abandonadas, tratan con menosprecio la educación, los baños
de algunas instituciones educativas están amarrados con alambre, para usar o
lavar los baños deben llevar el agua en tobos desde la dirección hasta los
baños, no disponen de suficientes pupitres y algunos niños reciben clase
sentados en el piso.
La gobernación del estado tiene abandonada la
salud, la seguridad, la vialidad, y la educación en el páramo merideño,
concluyó Carlos Ramos. (Prensa Carlos Ramos)